Se encuentra en estos momentos pendiente de revisión el Plan Hidrológico de la Demarcación del Guadalquivir, pues como consecuencia del Estado de Alarma el periodo de información pública se ha ampliado hasta el próximo día 30/10/2020.
Una vez se culmine todo el proceso, se aprobarán las directrices y la planificación para los próximos seis años, de tal suerte que todos los usuarios del agua estarán condicionados por dicha plantificación, tanto en el uso del agua que vienen haciendo, como ante la posibilidad de emprender nuevos proyectos.
A nadie se le escapa que aún quedan pendientes de resolver problemas heredados del “viejo plan” y comunidades de regantes que a lo largo de toda la cuenca llevan décadas implantadas en el territorio sin haber obtenido aún sus derechos concesionales. Las asociaciones agrarias y los despachos profesionales dedicados al mundo del agua, trabajamos sin descanso en que se cierre el ciclo y por fin se proceda a legalizar las zonas de regadío pendientes de regularización.
Pero al margen de ello, el periodo de información pública ofrece a los usuarios la posibilidad de incidir en aquellos aspectos de la planificación hidrológica que les afectan y a llamar la atención sobre proyectos que pudieran ser viables y que nunca saldrán adelante sino encajan en los estrechos márgenes del plan hidrológico de una cuenca como la del Guadalquivir, deficitaria en recursos, pero también anquilosada como consecuencia de la gestión por parte de un Organismo como Confederación Hidrográfica del Guadalquivir, falto de recursos y de personal.
Desde Oya Amate Abogados os animamos a que hagáis vuestras aportaciones, si queréis a través de nuestro despacho, para que en unión con las nuestras y de nuestros clientes podamos hacer llegar a la administración hidráulica las inquietudes de los agricultores y los usuarios del agua.
El Plan Hidrológico de nuestra Demarcación, es y debe ser una norma especialmente protectora con el medioambiente, y cuidadosa con la normativa europea que le sirve de marco, pero no una norma prohibitiva que cierre los ojos ante la realidad de una sociedad que se sustenta en gran medida en el sector primario, por lo que la planificación debe contemplar las cuestiones pendientes y los proyectos futuros que respeten el equilibrio de la cuenca.
Esperamos vuestras aportaciones.
Lola Camacho.
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